
La Dra. Laura Accifonte es consultora independiente desde 1987, Contadora Pública y especialista en Gestión Estratégica de Organizaciones Públicas. Se desempeñó como funcionaria del municipio de Escobar, fue docente de la Universidad Católica de Salta. Actualmente reside en Escobar (Provincia de Buenos Aires), dicta cursos de Balance Social y es Miembro activo de la Comisión Interamericana del Sector Público de la Asociación Interamericana de Contabilidad (AIC) y al frente de la Coordinación Técnica de la Comisión de Responsabilidad y Balance Social de la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas (FACPCE).
Comunidad RSE tuvo la oportunidad de dialogar con ella sobre el Balance Social: una herramienta a través de la cual grandes, medianas y pequeñas empresas (cada cual con sus adaptaciones) pueden reportar sobre su actuar en temas sociales y ambientales.
A través de esta nota, conoceremos detalles que tienen que ver con los inicios, la evolución, la esencia y el fin de una herramienta de gestión empresarial que permite evaluar cuantitativa y cualitativamente el cumplimiento de la responsabilidad social de la empresa en términos de Activos y Pasivos Sociales en sus áreas interna y externa, durante un período determinado y frente a metas de desempeño definidas y aceptadas previamente.
¿Cuál es el origen de balances sociales?
Los denominados Balances Sociales se originan por la necesidad de las organizaciones de expresar su comportamiento respecto de la sociedad y el ambiente. Dicha necesidad surge de los requerimientos de los grupos de interés por conocer el desenvolvimiento de estos entes (más allá de lo que exponen en sus Estados Financieros), en lo que respecta al impacto de sus acciones y políticas.
¿Cómo es la evolución desde el origen hasta fines del 2015?
En el mundo ha tenido una evolución importante, pero en los últimos años y aún más desde la divulgación del Pacto Global de la Naciones Unidas, se ha desarrollado más rápidamente. En principio fueron las industrias y demás organizaciones lucrativas las que exponían sus acciones en reportes llamados de sostenibilidad o de sustentabilidad, pero básicamente se referían a algunas cuestiones puntuales como filantropía, participación en capacitación, ayudas específicas pero en realidad no trataban íntegramente el comportamiento con la sociedad y el ambiente. Eran informes muy extensos, muy bien preparados gráficamente, pero sin un contenido concreto. Estos reportes, también comenzaron a ser preparados por las organizaciones no gubernamentales y en ciertos lugares del mundo, por los organismos gubernamentales. El pacto Global de las Naciones Unidas requiere que las organizaciones expresen su comportamiento respecto de cuestiones relativas con los derechos humanos, el ambiente, la sociedad.
Para ello, organismos internacionales buscaron la forma de poder expresar esas premisas mediante indicadores relativas a las tres dimensiones: económica, social y ambiental.
Dentro de los más conocidos podemos mencionar las guías del Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria (IARSE) que junto con ETHOS de Brasil publicaron la Guía para la preparación de memorias de sustentabilidad, poderosa herramienta de autodiagnóstico para las organizaciones que deseen saber su realidad sustentable. El Global Reporting Initiative (GRI) posee concretamente indicadores para responder a las premisas del Pacto Global y así también otras organizaciones han ahondado en cuestiones de verificabilidad de la información contenida en los informes, cualidades de los auditores, etc., y también organismos emisores de normas estándares, como ISO, han emitido guías relativas al tema de Responsabilidad social, aunque, en este caso, no resulta certificable.
¿Existen diferentes modelos de informes sociales?
Así es. La organización puede adoptar cualquiera de los modelos existentes y preparar su informe de sustentabilidad. El más utilizado en el mundo es el Global Reporting Initiative (GRI) cuya última versión es la G4. La Guia ISO 26000 también es una herramienta muy utilizada pero no posee indicadores propios por lo cual puede combinarse con la Guía Gri 4. En Argentina, la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas (FACPCE) ha dictado la Resolución Técnica No. 37, una norma profesional que especifica un modelo de Balance Social adoptando la Guía del Global Reporting Initiative, en cuanto a los indicadores a utilizar.
También han surgido inquietudes respecto de las pequeñas y medianas organizaciones que, en la gran mayoría de casos, no poseen estructura ni financiamiento como para aplicar las referidas guías.
Estas inquietudes han sido receptadas por los organismos. En el caso de IARSE han emitido Guías para PyMEs y recientemente el Comité de Integración Latino Europa América (CILEA), organismo integrado por entidades de las profesiones de ciencias económicas de dieciocho países de raíz latina, entre los cuales se encuentra Argentina, ha presentado el Modelo de Balance Social y Ambiental para PYMEs, enfocado exclusivamente a estos entes.
La Guía actualmente vigente de GRI (G4) presenta dos opciones para la preparación de los reportes: esencial (con menos requerimientos) y otra exhaustiva más completa, de forma tal que la primera opción podría adaptarse a una organización de menor envergadura.
En Brasil existe un modelo denominado IBase, ampliamente difundido y adoptado por las empresas de ese país.
También existen modelos para exponer áreas específicas como el de la SA 8000 de Social Accountability International que contiene indicadores referidos a condiciones laborales
Por último (solo mencionando las normas más conocidas en nuestra región), la AA1000 de AccountAbility, es una norma de aseguramiento que detalla principios respecto de la Responsabilidad Social.
Actualmente se ha iniciado otra corriente la que refiere a la información integrada (Reportes o Informes integrados) cuya base es la creación de valor en las organizaciones a través de la interacción de los capitales financiero, humano, intelectual, social y natural. Pero esto lo dejamos para otra entrevista.
¿Existen diferencias entre reporte de sustentabilidad y balance social?
Se suelen utilizar ambos términos para referirse a la misma información, pero la diferencia radica en los indicadores que se utilizan. Hace un tiempo el reporte de sustentabilidad se preparaba con los indicadores que la Dirección de la Organización elegía. Eso implicaba que en muchas ocasiones, no se elegían aquellos que eran representativos de la actividad y el informe terminaba conteniendo numerosos datos pero poca información. En cambio la filosofía del Balance Social requiere que la organización exponga todas sus acciones utilizando todos los indicadores que contienen las guías porque, básicamente, la idea de un balance es la expresión de lo bueno y lo malo, lo positivo y lo negativo de los impactos de las políticas de las organizaciones. En versiones anteriores, la Guía GRI tenía tres niveles de aplicación, y la organización elegía el que mejor se adaptaba a sus necesidades, pero de esa forma, no se aseguraba que la misma se refiriera a las cuestiones importantes. En la actualidad el eje de toda la información sustentable pasa por la materialidad. Las organizaciones deben informar sobre todos los hechos que se consideran materiales y su alcance es a toda la organización.
Qué debe considerarse como material para una organización? todos aquellos asuntos que puedan resultar razonablemente importantes porque ponen de manifiesto los efectos económicos, ambientales y sociales de la organización, o bien porque influyen significativamente en las decisiones de los grupos de interés.
¿Qué tipos de empresas pueden y deben hacer un balance social?
Todas las empresas pueden hacer balance social, pero solamente están obligadas en nuestro país aquellas que poseen más de 300 empleados según el capítulo IV de la ley No. 25.877(Régimen Laboral)
¿Es necesario tener políticas de RSE a la hora de elaborar balances sociales o es independiente de ellas?
Es necesario que la organización posea una sólida política de Responsabilidad Social y que la misma sea conocida por todos los integrantes de la misma así como también sus grupos de interés. En ella se expresan las políticas sustentables y es documentación de necesaria consulta para quienes preparen el balance social y para quienes lo auditen.
¿En la actualidad, las empresas que llevan adelante políticas de RSE deben incluir en sus objetivos anuales la elaboración de un balance social?
Las políticas de Responsabilidad Social son efectivas si se las conoce. En ese pensamiento, la comunicación es fundamental. La forma de comunicar las políticas de Responsabilidad Social y el impacto de las mismas a los grupos de interés, es a través del Balance Social. No decimos que una organización que cumple con los parámetros de la Responsabilidad Social está obligada a preparar su balance social, porque no lo está, pero sería positivo que lo comunicara porque mejora su relación con su entorno y sus perspectivas económicas.
¿Bajo cuáles reglamentaciones están incorporados los balances?
Como mencionaba anteriormente, la única ley que exige la presentación de Balance Social es la Ley 25.877. Existen otras leyes que no obligan, pero regulan el contenido del Balance Social. En ciertos casos otorgan beneficios comerciales y algunas flexibilidades impositivas como incentivo a su preparación. Las normativas que se refieren a Balances Sociales son el decreto 517/2011 de la Provincia de Salta, la ley 8488, de Mendoza, la ley 8761, de Tucumán y la ley 2594 de Balance de Responsabilidad Social y Ambiental de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, esta última nunca se reglamentó.
¿Qué contenido debe tener un balance?
Un balance social debe contener información relativa a impactos económicos, sociales y ambientales.
La forma de expresar esos impactos es a través de indicadores.
De acuerdo a la Resolución Técnica No. 36 el Balance Social debe estar compuesto de la siguiente manera: El Estado de Valor Económico Generado y Distribuido (se genera con información extraída del Estado de Resultados del Balance Financiero), los indicadores económicos, sociales y ambientales de la Guía del Global Reporting Initiative, un estado de Valor económico acumulado y un cuadro de Gastos e Inversiones Medioambientales.
¿Qué nos puede decir sobre la comunicación interna y externa de los balances?
Es fundamental. En cuanto a la comunicación interna, las prácticas de Responsabilidad Social deben ser conocidas por todos los integrantes de la organización, en todas las sucursales que pueda tener, porque ellos son parte de los grupos de interés internos de la misma. Respecto de la comunicación externa, es absolutamente necesaria porque son quienes están interesados en conocer cómo la organización responde a las expectativas de su entorno, es por ello que la comunicación debe ser clara, concreta y accesible por todos.
¿Legislativamente, existen iniciativas para hacer obligatorios a los balances sociales?
Salvo la mencionada ley 25877 no existen normas ni proyectos para hacerlo obligatorio, básicamente, porque no se puede obligar a las organizaciones a ser socialmente responsables, es algo que debe nacer de lo voluntario.
No obstante, existen sugerencias acerca de que todas aquellas organizaciones que resulten beneficiadas con subsidios gubernamentales, deberían presentarlos obligatoriamente, y la razón que se esgrime es que los subsidios provienen de dineros públicos y por lo tanto es necesario que expresen cómo la utilización de ese dinero impacta en la sociedad y el ambiente.
Recomendación:
¿Cómo puede adecuar cada empresa la elaboración del balance según entorno?
Conocer las expectativas del entorno de la organización es el primer paso para toda implementación de políticas de responsabilidad social. Por ello lo primero que debe realizarse es conocer cuáles son los grupos de interés y comenzar la interacción con ellos. De esa interacción surgen las expectativas y la organización deber evaluar si puede satisfacerlas y buscar las herramientas para ello y, por supuesto hacer conocer los resultados a través de los balances sociales.
¿Cuál es la mayor razón por la cual las empresas tienen que elaborar el balance?
Porque el conocimiento de los impactos que genera la organización en los grupos de interés mejora la relación con el entorno de la misma, la imagen frente a los inversores que tienen la filosofía de invertir en entidades sustentables, crea motivación dentro de los empleados y ayuda a la gobernanza, entre tantas otras razones.
Además, para las organizaciones que forman parte de una cadena de valor, puede ser que sus clientes les exijan políticas sustentables y sus respectivos reportes.



