Día Mundial del Reciclado: hacia la sustentabilidad, un estilo de vida y un modelo productivo.

Los alcances en materia de reciclado son grandes y la economía circular adquiere fuerza, sin embargo, como sociedad debemos tener mayor conciencia e incorporar los mejores hábitos.

La UNESCO declaró el 17 de mayo como el Día Mundial del Reciclaje, fecha que representa una oportunidad para recordar la estrategia de Reducir, Reutilizar y Reciclar, que busca reorientar el comportamiento de la sociedad para mejorar el medio ambiente y fomentar la economía circular.

La ONU reveló en su último informe de medio ambiente algunas cifras a nivel mundial para hacernos ver que «o nos divorciamos del plástico, o nos olvidamos del planeta»

Alrededor de 13 millones de toneladas de plástico son tiradas en los océanos cada año, afectando la biodiversidad, la economía y la salud de las personas.

Al año se producen 300 millones de toneladas de residuos plásticos, lo que equivale al peso de toda la población humana.

Como sociedad y desde las empresas nos vemos obligados a impulsar hábitos y acciones que fomenten el reciclado y el consumo responsable. Antes de consumir y desechar algún material, debemos considerar si son cosas que se pueden reutilizar, ya que gran parte de lo que consumimos se puede reciclar.

El reciclaje es el proceso que transforma materiales usados y desechos en nuevos productos. La mayoría de nuestros desechos domésticos pueden ser descompuestos y procesados para hacer cosas nuevas. Este proceso utiliza menos energía y recursos que la fabricación de artículos nuevos, por lo que contribuye a salvaguardar nuestro medio ambiente.

Los materiales reciclables son muchos, e incluyen todo el papel y cartón, el vidrio, los metales ferrosos y no ferrosos, algunos plásticos, telas y textiles, maderas, componentes electrónicos y aceites.

¿Por qué es importante reciclar?

Se evita la contaminación y se protege la vida silvestre: las botellas, las bolsas y los envases que no reciclamos terminan contaminando el medio ambiente y afectando a los animales en muchos casos. Al reciclar, evitamos los focos de infección y la acumulación de residuos en zonas naturales.

Se ahorra energía: ¿sabías que el reciclaje de materiales implica menos trabajo que producirlos desde cero? Por ejemplo, al reciclar una lata de aluminio se reduce la utilización de la energía en un 95%.

Se reduce la emisión de gases del efecto invernadero. Al usar menos energía en la producción de materiales reciclados, se emiten menos gases a la atmósfera, y se reduce en cierta medida el calentamiento global.

Tomamos menos materiales del medio ambiente. Un ejemplo claro del por qué debemos reciclar es el caso del papel. Las consecuencias de no reciclar papel pueden llevar a la deforestación de los bosques, por ejemplo.

Ahorramos tiempo y dinero. Cuando reciclamos, ahorramos energía y podemos producir materiales en menos tiempo, con menos dinero. Si reciclamos en casa, también podemos ahorrar, porque vamos a reutilizar latas, frascos de vidrio o botellas dándoles un nuevo uso, antes de comprar otras.

Se generan empleos. Otra de las razones para reciclar es que se necesita mucha más mano de obra para clasificar los residuos, así como también se necesita más personal en los centros de reciclaje.

Un término asociado al reciclaje es la economía circular, que es un modelo de producción y consumo que consiste en compartir, arrendar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar los materiales y productos existentes durante el mayor tiempo posible. Tiene como objetivo abordar desafíos globales como el cambio climático y la contaminación, definiéndose en contraposición a la economía lineal tradicional. Abarca mucho más que la producción y el consumo de bienes y servicios, pues incluye entre otras cosas, el cambio de los combustibles de fósiles al uso de la energía renovable.

Otro concepto relacionado es el de los negocios sostenibles, atendiendo a un mundo cada vez más complejo y convulsionado, las empresas juegan un rol protagónico en el desafío de tomar decisiones responsables, generar prosperidad en las comunidades donde operan y reconstruir el planeta. Es un modelo basado en 3 conceptos: valor económico; mirada social e impacto ambiental. Las empresas de triple impacto fomentan el desarrollo social y la sostenibilidad ambiental en las comunidades donde operan, así como en su cadena de producción, proveeduría y otros ejes del negocio.

Dato para Argentina:

Consultá la página DóndeReciclo.org.ar y este mapa creado por Botella de Amor que reúne los puntos de acopio en Argentina.